Vale la pena trabajar por los alemanes, si lo piden | Internacional

Vale la pena trabajar por los alemanes, si lo piden |  Internacional
Vale la pena trabajar por los alemanes, si lo piden |  Internacional

Al comienzo de una feliz mañana de diciembre, Kerstin Boughalem, de 50 años, ya se encuentra en su puesto a las puertas de la parroquia evangélica de Rixdorf, en medio del multicultural barrio berlinés de Neukölln. Su actividad consiste en controlar el acceso a las instalaciones que la parroquia ha cedido a Tafel, el banco de alimentos para personas sin recursos financiados desde hace 30 años que existe gracias a las donaciones de los supermercados y su ejército de voluntarios. Cuando recoge el camión con la carga, se dispone a pasar en grupos de diez a los usuarios, que se amontonan con sus carros en el suelo, siempre con mucha nieve. La mayoría son habituales y saben cómo funciona; Charlan se animó y lo tomó con calma.

Boughalem tiene mucho en común con algunos de ellos. Él es el destinatario de la llamada de alquiler de la ciudad (Bürgergeld, en alemán, literalmente dinero de ciudadano), la condición de que los destinatarios hayan invertido el tiempo y no tengan ningún otro medio de subsistencia. Puede que esté del otro lado del pasillo, pero está del lado de quienes le ayudan con su tiempo. “Soy voluntario”, dice con un toque de orgullo. «Supuestamente me gustaría trabajar y tener más ingresos, pero me resulta imposible», se queja. Lo pretendo. Con trabajo a tiempo completo, pero también con alguien. minitrabajo, como conocemos en Alemania a los trabajadores de pocas horas que no cotizan. No era practicable. Uno de sus tres hijos tiene una discapacidad y de vez en cuando tiene que ser llevada al hospital cuando está enferma.

Kerstin Boughalem, voluntaria de Tafel, el mayor banco de alimentos de Alemania, en la parroquia de Rixdorf, en Neukölln (Berlín), el pasado 7 de diciembre.Elena Sivigliano

Pisándole los talones a la oposición conservadora, se ha reavivado en Alemania el debate sobre si vale la pena trabajar, si es más conveniente vivir de las prestaciones antes que tener un empleado con un salario mínimo que le reporte lo mismo o poco más que hamburguesa, la reforma social más importante de la legislatura para el canciller Olaf Scholz. «¿Quién quiere poder recibir dinero del Estado sin esfuerzo?», decían hace semanas en televisión y en periódicos sensacionalistas como él Imagen el líder de la CDU, Friedrich Merz, y su secretario general, Carsten Linnemann. El repentino anuncio del 12% sobre el rendimiento a partir del 1º de negro dio la excusa perfecta para retomar la polémica. «¿Cuántos empleados reciben esos aumentos salariales?», preguntó Merz.

En Boughalem, una alemana que adoptó el nombre de su exmarido de origen turco, acosó el debate, aunque reconoció que podría haber casos de personas que prefirieran vivir sin trabajar. Está motivada, segura y formada (posee dos títulos equivalentes a la FP, en asistencia social y como cocinera de hospital). Sin embargo, ya llevamos más de una década viviendo de los beneficios sociales; Este año con sus 502 euros más que los 400 de su hija. Con estos 900 euros al mes sostiene su casa. Es muy justa, dice, sobre todo en los últimos meses, debido a la inflación que ha afectado a los alimentos y al coste de la energía. El último recibo de luz: “211 euros”, propina.

Kerstin Boughalem, voluntaria de Tafel, el mayor banco de alimentos de Alemania, en la parroquia de Rixdorf, en Neukölln (Berlín), el pasado 7 de diciembre.Elena Sivigliano

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Precisamente, para reducir la altísima inflación que sufren los alemanes desde la invasión rusa de Ucrania -ahora moderada en el 3,2%, pero que superó el 10% a finales del año pasado-, el dinero de la ciudad se actualizará en 2024. Un beneficiario sin Los gastos familiares costarán desde 502 euros al mes hasta 563 euros. Para algunos, este porcentaje del 12% es excesivo. Merz propuso no aplicarlo y así incentivar y ayudar a cerrar la brecha presupestaria que afecta a las finanzas públicas alemanas, en crisis después de que una sentencia constitucional pueda alcanzar a todo el gas público. “El aumento es excesivo si tenemos en cuenta que quienes lo reciben deben tener un incentivo para integrarse al mercado laboral”, insistió el líder democristiano.

Los conservadores medios también han dado un libro a la idea de que en el hogar familiar vive el Bürgergeld Lo mismo ocurre si uno de los progenitores trabaja por el salario mínimo. En una entrevista, el 64% de los alemanes teme que las prestaciones sociales puedan disuadirles de trabajar. En el sondeo, de Forsa para la revista Popa, si apreciamos que son los votantes de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y los democristianos de la CDU los más críticos con respecto al aumento de las prestaciones. El 85% en el primer caso y el 78% en el segundo lamentan que los destinatarios ya no deberían haber buscado un empleado.

“Cualquier trabajo, independientemente de los ingresos, requiere una renta disponible más alta que no contiene ningún trabajo y depende únicamente de la Bürgergeld”, reitera Holger Schäfer, economista especializado en mercado laboral del Instituto Alemán de Economía de Colonia, buscan a la patronal. El experto reconoce que, «en principio, cualquier régimen de asistencia social incorpora un cierto desincentivo al trabajo», pero defiende la renta básica alemana, salvo en algunos puntos muy concretos. Una de estas pegas ―contemplada en la legislación de Bürgergeld, pero también de su antecesor, el controvertido Hartz IV― es la posibilidad de trabajar una hora a la semana sin perder rendimiento y añadiendo ingredientes. Tal y como fue diseñado, asegura, «fomenta el trabajo a tiempo parcial, pero disuade a la gente de aceptar compromisos a tiempo completo».

La televisión pública ha intentado demostrar que las afirmaciones del líder democristiano de que «la gente no volverá a trabajar porque calculan que saben hace más de un año con las transferencias estatales que trabajan en una simple oficina» son en realidad falsas. Se incluye el 1º de billete negro, el programa. Monitor ha calculado, con la ayuda del Instituto de Ciencias Económicas y Sociales (WSI) de la Fundación Hans Böckler, buscando a los sindicatos, que una persona sin un dependiente familiar recibe de media 532 euros más si trabaja a tiempo completo para su salario mínimo, mientras que las familias con tres hijos reciben entre 429 y 771 euros más, dependiendo de la edad de los menores.

La clave es que quienes perciben rentas bajas también tienen derecho a prestaciones adicionales, como el subsidio de subsistencia o el complemento por hijos a cargo, además de las mayores desventajas fiscales de las rentas de trabajo. “En todas las simulaciones, si se gana más dinero si se trabaja, a veces la diferencia es muy clara”, explica al programa Bettina Kohlrausch, directora del WSI. La diferencia entre ambos regímenes es mínima. Desde que se introdujo el salario mínimo en 2015, ha pasado de 8,50 euros a los 12,41 euros previstos a principios de 2024, lo que supone un aumento del 46%. En el mismo período, el alquiler en la ciudad aumentó un 41,4% en el caso de las personas solteras.

Las ayudas sociales tuvieron uno de los puntos fuertes entre los tres partidos de la coalición de Gobierno -socialdemócratas, verdes y liberales- que, a mediados de diciembre, acordaron igualar las respuestas al requisito de 2024 sin afectar a las prestaciones. Los liberales del FDP pedían medir el tamaño del gas social, algo que fue negado en reiteradas ocasiones por el partido del canciller Olaf Scholz. El secretario general de los liberales, Bijan Djir-Sarai, acordó con la oposición conservadora paralizar el aumento de Bürgergeld. “Está claro que a la buena situación en Alemania le falta dinero. Uno de cada tres euros que gasta el Gobierno se destina al gasto social. Esto no es posible”, afirma en una reciente entrevista al diario Imagen. Finalmente, y pesa en el debate sobre el Estado generoso del Bienestar Alemán, el desempeño no se ve afectado. Hablando de días, Boughalem y los otros cinco millones de alemanes, adultos y niños, se perciben como Bürgergeldsus ingredientes sufrirán un 12%.

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