La empresa de scooters eléctricos Bird dijo el miércoles que se declaró en quiebra, otra señal de que el brillo de esta parte alguna vez vibrante del transporte personal ha comenzado a desvanecerse.
Para ayudar a continuar operando, dijo la compañía, ha obtenido $25 millones en financiamiento de la unidad de préstamos comerciales de Apollo Global Management, MidCap Financial, y los prestamistas de segundo grado de la compañía. Michael Washinushi, director general interino de Bird, permanecerá en su puesto mientras la empresa sigue un plan de recuperación que podría implicar la venta de activos.
Bird, con sede en Miami, advirtió a los inversores hace un año que, a menos que recaudara efectivo, tal vez no pudiera «continuar como una empresa en funcionamiento».
Otras empresas emergentes del sector han tenido problemas. Micromobility.com, anteriormente conocida como Helbiz, fue eliminada de Nasdaq el martes; y otro rival, Tier Mobility, tuvo su tercera ronda de despidos el mes pasado.
Bird, una de las startups que más rápidamente alcanzó una valoración de mil millones de dólares y se convirtió en el llamado unicornio, se ha posicionado durante mucho tiempo como un socio para ayudar a que las ciudades sean más ecológicas. Comenzó en 2017 y se ha expandido rápidamente, impulsada por grandes inversores de Silicon Valley, incluidos Sequoia Capital y Accel Partners. Recaudó más de 500 millones en financiación de riesgo y salió a bolsa en 2021 después de fusionarse con una empresa fantasma conocida como empresa de adquisición con fines especiales, o SPAC.
Pero las pérdidas de Bird se acumularon. y la empresa dejó de cotizar en la Bolsa de Valores de Nueva York en septiembre. Esto se produjo después de que admitiera ante la Comisión de Bolsa y Valores que había exagerado sus ingresos durante más de dos años; su fundador, Travis VanderZanden, se fue en junio.
Los scooters Bird se pueden encontrar en más de 350 ciudades, desde Roma hasta San Francisco. (Las operaciones canadienses y europeas de la compañía no son parte de la quiebra, señaló Bird, y continuarán operando normalmente).
En los últimos años ha habido muchas quejas sobre scooters de alquiler abandonados que abarrotan las aceras y los parques. París prohibió el alquiler de scooters eléctricos este año, una novedad en una capital europea, aunque todavía permite los scooters eléctricos de propiedad privada.
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